En el imaginario popular, la felicidad se define y se mide por la satisfacción de los deseos. Pero si miramos la felicidad desde esa perspectiva, sería imposible alcanzarla. Desde las corrientes psicoanalíticas hasta la psicología positiva, desde la mirada occidental hasta las enseñanzas orientales, cada una a su modo, coinciden en que apenas se cumple un deseo, un poco antes o un poco después, aparece un gran vacío que, en el mejor de los casos, es llenado por otro deseo que reemplaza al anterior. Esto nos lleva a un irremediable círculo vicioso.
Entonces, ¿Cuál es la opción? ¿Rendirnos? Nada más lejos que rendirse, por el contrario, la propuesta es encontrar la felicidad en este instante y, desde ahí, sentir la certeza de una felicidad alcanzable. Porque, ¿qué son el miedo o la ansiedad sino formas de “anticiparnos” a algo que todavía no ocurrió? y ¿qué son la tristeza y la añoranza sino maneras de anclarnos en el pasado?
El milagro y la alegría de vivir sólo son posibles en el momento presente. En este sentido, el escritor de origen alemán Eckhart Tolle en su ensayo El poder del Ahora, hace una distinción entre lo que él llama tiempo psicológico y tiempo del reloj. Define al primero como una continua identificación con el pasado o una proyección compulsiva hacia el futuro mientas que el segundo, el tiempo del reloj, nos permite proyectarnos y proponernos metas pero siempre dando prioridad al presente y honrando el paso que estamos dando en este momento.
Si vivimos la vida desde el tiempo del reloj, podemos notar que este instante es maravilloso y es el único desde donde podemos ir andando nuestra vida. Sólo en el ahora podemos proyectarnos, podemos trabajar, podemos disfrutar del afecto, podemos dar amor, podemos intentar conocernos, podemos elegir, podemos decidir lo que pensamos. En el presente podemos casi todo, mientras que “fuera” del presente no podemos nada: Nada ocurre en el pasado ni en el futuro. Con respecto a esta idea, una frase de la película infantil Kung Fu Panda invita a un juego de palabras muy atinado: El pasado es historia, el futuro un misterio pero el hoy es un regalo, por eso se llama “PRESENTE”.
Y para vivirlo como un regalo, debemos ver la vida convencidos de que se nos dio para disfrutarla, para ser nosotros mismos y para vivir a nuestro modo y no al de los otros.
Y es AHORA que podemos comprometernos y poner “manos a la obra” y dejar de postergar, porque el momento de vivir es éste. De la manera que elijas. Para que no te pase como dijo alguna vez John Lennon que “La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes”.