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Meditando en Otoño

Atrás quedó el verano. Llegó el mes de abril, las temperaturas empiezan a bajar y tenemos por delante los meses del año donde las noches son más largas y los días invitan a aclimatar el ambiente para el recogimiento. Nuevamente encendemos la calefacción o el fuego y rescatamos los edredones y las ruanas para que nos arropen.Ya lo decía Hipócrates: nuestro organismo es afectado de diferente manera en las distintas estaciones del año. Por ejemplo, en este ciclo de meses fríos que acaba de comenzar, el cuerpo necesita una ingesta calórica mayor. Sería, entonces, conveniente alinear nuestra propia dieta a los cambios de la naturaleza.Es más: sería ideal hacerlo en todos los aspectos de nuestro ser. En este sentido, según sugiere el Doctor Elson M. Haas, médico especialista en el cuidado de la salud integral y autor del libro La Salud y las Estaciones, Este es el momento donde "debemos ganar el control de los climas internos (es decir, las emociones) y permanecer protegidos de los climas externos".Para que esto sea posible y podamos mantenernos equilibrados, estos meses nos piden una escucha atenta a nosotros mismos para respetar las necesidades de recogimiento a las que nos invitan los fríos del otoño y del invierno.¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos empezar? Pues bien, una práctica milenaria y ampliamente comprobada entre millones de personas alrededor del mundo, para la atención plena así como para lograr aquietar y equilibrar cuerpo y mente, es la meditación.Se ha escrito muchísimo sobre el tema y hay diversas maneras de practicarla, pero cualquiera sea la elegida o la que más se ajuste a nuestras necesidades, nos traerá el beneficio de calmar y clarificar la mente, y llegaremos al primer eslabón en la cadena de una vida saludable y plena.Respirar y observar la mente produce cambios fisiológicos reduciendo el nivel de excitación corporal. Esto se traduce -con la práctica constante- en un aumento de las emociones positivas y en una reducción de los mecanismos responsables del estrés. Además, la meditación estimula la capacidad de adaptarse a los cambios que se presentan en la vida, favorece las respuestas creativas y fortalece la salud en general.Cada persona debe buscar su propio camino hacia la meditación. Incluso el ejercicio físico puede también ayudarnos a meditar; más allá de los distintos tipos de yoga, hay corredores y ciclistas que reportan entrar en profundos estados meditativos durante su práctica cotidiana.Partiendo de la respiración, que es la base de toda meditación, observando la mente y enfocando el momento presente, se puede intentar comenzar a ser más conscientes, y a darse cuenta de cuándo estamos perturbados y necesitados de conectar con nuestro eje, cuándo estamos preocupados por un futuro que no sabemos si llega y cuándo necesitamos descubrir la paz en el ahora. Que es en el único momento en el que se puede encontrar tal estado.Bien vale la pena aprovechar las estaciones de otoño e invierno en la búsqueda de la manera que más nos tiente para conectar con esa poderosa energía de la mente que se percibe a través de la práctica de la meditación.Porque este es el momento ideal para comenzar a relajarse y cultivar pacientemente en la mente y el cuerpo lo que definamos como nuestra prioridad. Así, en la próxima primavera, veremos florecer y cosechemos el trabajo de este tiempo de siembra.

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